que Caín (Hebreos 11:4). La batalla con el pecado es espiritual, no física. Por consecuencia, las armas que traen la victoria no son materiales. Caín no entendió la guerra espiritual, y mató a su hermano piadoso. Las Escrituras nos hacen recordar que debemos amarnos los unos a los otros y que no debemos ser como Caín (1 Juan 3:11, 12). Después de la muerte de Abel, Dios dio a Adán y Eva otra “semilla” para tomar el lugar de Abel. Este hijo se llamaba Set (Génesis 4:25). En Génesis
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